fbpx

Hola querido maestro, ¡Es un gusto saludarte de nuevo!

 ¿Recuerdas acaso cómo aprendiste a andar en bici? Posiblemente te dieron tus padres las instrucciones básicas o de seguro viste a alguien conduciendo una bici y dijiste: ¡Ya sé cómo hacerlo! Pero tras cada caída, te iban proporcionando un “tip” para mejorar tu técnica y lograr así un mejor equilibrio  o  te decían cuál de las cosas que hacías  no te estaban funcionando del todo, para que las modificaras. Estuvieron amorosamente al pendiente de tu desempeño día tras día, hasta comprobar que habías logrado un total dominio. ¿Te das cuenta ahora de la importancia de aquel proceso?

Pues de eso te quiero platicar esta semana maestro: De la retroalimentación oportuna y adecuada, como herramienta significativa de apoyo para impulsar las capacidades de los chicos. Te invito a analizar cada uno de estos SI y NO,  que te ayudarán a establecer  un plan para trabajar sobre aquellos puntos por  fortalecer en cada uno de los alumnos.

Si:

  • Sé muy claro acerca de lo que quieres que logren tus alumnos, lo que deben saber y hacer.
  • Centra tu retroalimentación sobre lo que el alumno supo o lo que logró.
  • Coméntale solo unas pocas cosas cada vez.
  • Compara el trabajo del alumno con su propio estándar de avance.
  • Comunícale tu convencimiento de que lo puede hacer mejor y cree en él.
  • Ofrece una retroalimentación cuando los alumnos todavía tienen tiempo para mejorar.
  • Aprende de las reacciones de los alumnos cuando les das tu retroalimentación.

No:

  • No interrumpas a un alumno cuando está tratando de resolver algo por sí mismo.
  • No centres tu retroalimentación en su persona, sino en la actividad que realiza, ni lo compares con sus compañeros.
  • No lo abrumes con demasiadas cosas al mismo tiempo.
  • No le digas que su desempeño fue malo sin decirle cómo mejorarlo.
  • No les digas que su avance no fue suficiente y que no es lo esperabas.
  • No limites la retroalimentación a las notas o comentarios como: bueno, excelente, decepcionante.
  • No des retroalimentación sin permitir que tus alumnos pidan aclaraciones.

Como podrás notar, es fundamental la forma en la que se debe llevar a cabo la retroalimentación. Una actitud enfocada en lo positivo y una comunicación asertiva harán que la retroalimentación logre motivar a los chicos y que estén siempre abiertos y receptivos a hacer un esfuerzo por superarse, logrando así alcanzar las metas deseadas.

Si te ha parecido valiosa esta herramienta, te comento que todos los días estoy compartiendo información actualizada y de gran interés para ti a través de mis diferentes redes sociales, ¡Por nada te la pierdas!

>