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Hola querid@ maestr@, ¿Cómo te va en este regreso a clases? Estoy segura que los días de descanso te sirvieron de renovación e inspiración. Y es que el descanso es tan beneficioso para centrarnos, evaluar y replantear viejas ideas o nuevos proyectos. Y precisamente hoy te quiero platicar sobre la creatividad. Quizá consideres que no eres creativo, pero créeme que ese pensamiento es bastante errado. ¡Todos somos creativos por naturaleza! Recuerda que la creatividad es similar a un músculo … si se ejercita crece, si no, se atrofia.

Aquí te comparto estas herramientas para que empieces a estimular tu creatividad e incluso la de tus hijos o alumnos, ¡Así que manos a la obra!

Desconéctate de vez en cuando para reiniciar tu mente y recuperar la creatividad

Si consideras que tu creatividad está ausente. Obsérvate, conoce tus límites y reflexiona: ¿Cómo me siento físicamente? ¿Qué emociones estoy experimentando? ¿Cómo han sido mis pensamientos últimamente? Deja de hacer lo que haces por unos minutos, levántate, mueve tu cuello y espalda con suavidad, sal un momento, camina, observa y respira profundo, conecta con la naturaleza, eso ayuda a actualizar tu mente y así mejorar tu trabajo.

Cada día o semana dedica cierto tiempo al ocio, a hacer cosas completamente diferentes de tu rutina que te relajen

Invierte tiempo en pasatiempos que te relajen y te sientas feliz, crea ese espacio de entretenimiento, puede ser algún deporte, alguna actividad artística, ir al cine, salir de excursión, ir de compras, etc. Verás cómo la diversión perfecciona y enriquece tu creatividad.

No dejes de practicar, el trabajo diario es la mejor manera de desbloquear la mente

Haz a un lado la pereza. Muchas veces somos nosotros mismos los que marcamos nuestras limitantes en el flujo creativo, realizando hábitos autodestructivos. Sal de tu zona de confort y lleva a la acción ese trabajo que te reta, ese que piensas que no puedes hacer, te darás cuenta de que es un detonante perfecto para ejercitar tu creatividad. 

Escribe, graba o dibuja todas las ideas que te surjan

Aprovecha cada día lo que recibes de inspiración, ve documentando todo aquello que consideres relevante, aunque de momento no tengas la idea exacta de cómo conseguirás llevar a cabo tal objetivo; seguro en un futuro puede ser inspiración o idea de otro proyecto.

Diviértete con juegos de improvisación para estimular tu cerebro

Hay muchas dinámicas divertidas que facilitan el proceso creativo de los chicos como las adivinanzas, crear historias en grupo, usar juegos de palabras, diseñar con plastilinas, hacer teatro, inventar finales alternativos para alguna serie de moda, dibujar algo a partir de una sola palabra, etc. Tú eliges.

Toma “malas ideas” y asume riesgos no tan malos como parecen, recuerda que el error es parte del aprendizaje

Experimenta, haz combinaciones, relaciona una cosa con otra, realiza mapas mentales, filtra ideas, evalúa la posibilidad de éxito de cada una de ellas. Buscar cosas nuevas es parte del proceso creativo. 

Toma inspiración de otros, adapta y adecua según a tus gustos y necesidades

Tomar como referencia otros puntos de vista, es un excelente método cuando tenemos “la mente en blanco”, esa inspiración de otros nos es útil para hacernos ver determinadas áreas que pudiéramos tener “bloqueadas” en nuestro flujo creativo y de esta forma poder avanzar. 

Replantea tus objetivos constantemente porque estos siempre se pueden modificar

¿Has notado el poder de creación que hay en cada pensamiento?  Si tienes una idea increíble sé flexible y replantea. Y es que existen muchos caminos para llevar a cabo determinado proyecto. Si surge de pronto un enfoque diferente al ya establecido, es una buena forma de fortalecerlo o mejorarlo.

Enfócate en una cosa a la vez para no perder el control creativo ni distraerte

Existen muchos distractores que desvían nuestra atención al momento de realizar alguna actividad, haciéndonos perder la concentración. Antes de iniciar tu día o algún trabajo específico, identifica claramente cuál es la prioridad en la que te debes enfocar y retira de tu espacio todo aquello que tú sabes pueda dispersar tu atención.

Tu espacio de trabajo debe ser visualmente creativo, con cosas que te inviten a crear

Personaliza tu entorno, incorpora elementos que hagan fluir tu creatividad. ¿Qué te inspira? Puede ser alguna lámpara de sal, plantas, algún cuadro con un mensaje motivacional o de formas irregulares o abstractas, cortinas que permitan el paso de la luz del sol, etc. Todo aquello que produzca en ti positivismo, entusiasmo y alegría por crear. 

Te invito a compartir y a poner en práctica todo esto con tus alumnos, haz que ellos empiecen a ejercitar su creatividad… ya que impactará positivamente en el desarrollo de sus funciones ejecutivas.

¿Quieres ayudarle a tus hijos o alumnos a desarrollar su creatividad?

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